El hermoso ángel se desnuda
frente a Tántalo, ofreciéndole las poses más lascivas e inimaginabales.
De pronto, aparece un televisor con el mismo documental de todos los
días acerca del armadillo.
«... (R)ecurre a un interesante artilugio. En vista de que —como hemos
dicho— la concha limita su movimiento, una vez que entran en un agujero
sin salida, quedan varados. Si tenemos en cuenta lo poderoso de sus
garras, ésto hace que sea imposible hacer que se
desatore...»
El condenado, poco a poco, empieza a recordar..., temblando ante la
inminencia de su castigo cotidiano. No puede remediarlo y se arroja de
manera instintiva dentro del pequeño túnel, mientras que el alado
verdugo se le aproxima con un palo de escoba en la mano.
"... El truco es el siguiente: se levanta la cola del animal —con sumo
cuidado— se le introduce el dedo índice dentro del ano, y una vez que se
siente el apretón —lo que significa que las garras se han relajado— se
arrastra la presa hacia afuera."
15 may 2004
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