24 nov 2013

Viento divino

Despachurrado entre aplausos, el ejército de mosquitos que iba a conquistar Broadway, no es más que otra Armada Invencible con la que acabaron los elementos.

28 oct 2013

El tiempo pasa

El dinosaurio sigue ahí, en la molicie de la senilidad, con pañal desechable talla extra XXXXXXXXXXG, chocheando y esperando que alguien venga a visitarlo. Su vida es el control remoto de la televisión.

Don Tito se angustia al pensar que, alguna mañana, cuando despierte, el dinosaurio ya no va a estar ahí.

14 oct 2013

Balance

Con dificultad se levantó de la silla de ruedas y comenzó a balbucear cariños a los dos bebes junto al abuelo de la banca en el parque, la madre estaba a unos metros, comprando un refresco.

A la más pequeña le clavó en el cuello el estilete que traía disimulado, y antes de que alguien pudiera reaccionar, ahorcó al otro con todas sus fuerzas, que ya eran muy pocas.

Hacía treinta años que no deseaba sino vengarse de este hombre que se había quedado con el amor de su vida, hoy, con nada por lo que seguir viviendo, lo había conseguido.

Los dos ancianos quedaron viéndose las caras: uno con el rostro ajado de terror y sorpresa, el otro con esa sonrisa beatífica en el rostro.

5 oct 2013

¡Concedido!

El anciano buscaba en el basurero cuando pateó una botella de la que salió un genio que ofreció cumplirle un deseo.

Lo pensó durante unos segundos y dijo: —Quiero una casa pequeña en un pueblecito tranquilo, donde pase a gusto mis últimos años... —titubeó un instante, y concluyó—, por favor.

El otro lo miró extrañado, mas de inmediato ambos aparecieron en una hermosa cabaña a las afueras de una villa paradisiaca. —Sólo una cosa —preguntó—, ¿por qué no me pediste la juventud?

—¿Crees que eres el primer genio que me otorga un deseo? —contestó el anciano mientras abría la puerta.

26 sep 2013

Búsqueda y salvamento

Encontramos el amanecer.  Estaba todo pisoteado y le faltaban colores, además de que el tanque de rocío lo traía en cero. Le dejamos una cantimplora y nos fuimos tras el ocaso.

23 sep 2013

Ruleta rusa

A ella le toco el primer turno de la ruleta rusa, el proyectil le perforó el paladar.  Él sacó del revólver las otras cuatro balas.

20 sep 2013

Una muñeca

 Parece de verdad, piensa la niña, parada frente al nuevo modelo de tamaño natural. Pero después de presionar el ombligo de plástico, da un brinco hacia atrás, confundida, al escuchar: «¡Guau!, ¡soy toda tuya! Haz conmigo lo que quieras».

14 sep 2013

La muñeca fea

En realidad no es tan fea, de hecho, a muchos les parece muy atractiva. La solicitan políticos y empresarios muy prósperos —sus ratones, les dice ella— y seguido va a la despedida de soltero de algún junior y sale de un pastel entre ovaciones y aplausos. Se sabe un juguetito caro, trae sus harapos siempre de tintorería y el tizne es un toque adicional de coquetería.


* Bis

 Hoy va a la despedida de soltero de un junior. Se pone los harapos recién salidos de la tintorería, y añade su célebre toque de coquetería: el tizne.

13 sep 2013

Un juguete

 Piensa que fue un presagio encontrarlo olvidado en el clóset, tendría quince o dieciséis años, y guardarlo con cuidado en una caja de galletas forrada con un carrete completo de cinta de aislar, ¡y conservarlo más de seis décadas!

Lo pone sobre la mesa, le da cuerda, apaga la luz y se aleja unos pasos a ver las lucecitas, el rítmico menearse del robot, y los fantásticos sonidos de su niñez.

No puede contener un aplauso, ni las lágrimas.

9 sep 2013

La marcha triunfal de los juguetes

Vienen primero los soldados de plomo, marciales y orgullosos. Luego las muñecas, muy coquetas con sus falditas de bastoneras. Después los animales, los coches de distintos tamaños y una multitud de lo que el ingenio humano hizo juguete. Al último vienen los hombres, millones de ellos, los sobrevivientes de todas las edades, encadenados, en derrota y sanguinolentos.

6 sep 2013

La mejor época de su vida

 Luego de treinta años regresó a la casa de su infancia. Una casa pequeña, sí, pero es todo lo que su madre le dejó al morir. El clóset con sus juguetes seguía ahí, tal como lo había visto la última vez.

El maestro albañil casi ha terminado de derruir la tapia, y la mujer alcanza a ver las repisas con tanto recuerdo: están el zoológico de plástico de colores, los rompecabezas, las muñecas y el juego de té, el oso de peluche y la caja del supermercado con micrófono de verdad. Abajo está el carrito eléctrico de barbie y el triciclo, muy bien estacionados. Y más abajo, cubierto por la duela, está su padre, quien de seguro ya no es más que un esqueleto.

4 sep 2013

Toy Story

La niña le cambia el tútu a la bailarina de la caja de música, le pone uno negro muy corto. También le cambia las medias, ahora luce unas de red con ligueros de encaje.

A Pinocho, que ve todo desde su repisa, comienza a crecerle la nariz.

3 sep 2013

La marcha fúnebre de los juguetes

Encabeza la procesión el ejército de soldados de plástico. Siguen las barbies y las princesas con sus mejores vestidos. Detrás va el rebaño mixto de animales de todo tipo y material. El viejo poni-mecedora arrastra el carro de baleros. Encima va su hermanita, muy quieta, y amortajada con papel higiénico para que no escurra la sangre.

2 sep 2013

Títere

Pinocho luce impecable, saca del bolsillo unas monedas y se las entrega al anciano, está a punto de decirle algo, mas se marcha, compra una flor a la violeterita y sube al carruaje.

Maese Geppetto se persigna, nadie le había dado nada hoy, si el muñeco sabe o no sabe, a él le da lo mismo.

27 ago 2013

Fálica

Está feliz con su pene artificial —flamante, nuevecito—, tiene la textura, la turgencia, la humedad exactas, no se nota la diferencia de uno real; doce pulgadas de largo y casi dos de diámetro. Tarde entendió que lo que importa no es el tamaño, también la cantidad: dos penes..., ¡grotesco!

21 ago 2013

Antología total

Cuatrocientos quince volúmenes, el último de ellos dedicado a los posibles escenarios donde un asteroide choca con la Tierra y se acaba el mundo. El compilador acomoda el último libro en su repisa, y se asoma la ventana justo en el momento en que todo termina.

19 ago 2013

El coleccionista clandestino

Tenía una impresionante cantidad de antigüedades prehispánicas: jarras, platos, ídolos, juguetes, huesos humanos labrados, trozos de mural...

Un día le dieron el pitazo de que le iban a caer los de Antropología e Historia y, a su pesar, se puso a convertir en añicos lo que con tanto tiempo y trabajo había reunido.

De la desilusión, se apoderó de él una furia destructora, arrojando contra la pared y contra el piso todas y cada una de las piezas. En la conmoción, lanzó a su esposa del segundo piso, lo último que recuerda es cómo se reventó la cabeza del bebé de pocos meses cuando se estrelló contra el pavimento.

15 ago 2013

Un hobby

Es aficionado a los mechones de mujeres hermosas: bucles castaños y negros, rizos de oro, sortijas delicadas y cucardas de cabellos lacios. Dispone de ellos en preciosos guardapelos de oro, plata, platino, nácar y marfil.

Hoy a conseguido la guedeja perfumada de una actriz famosa, la acomoda en forma de anillo y la coloca en su estuche. Arroja la cabeza decapitada a la basura y sigue admirando su colección.

14 ago 2013

El niño

Tiene una colección de automóviles en miniatura. Por las noches sueña que cobran vida y participan en emocionantes carreras, y él es un piloto famoso.

Los cochecitos, en sus repisas, también sueñan, pero que son barbis en Europa que están de compras para la temporada primavera-verano.

13 ago 2013

Tardes de niñez

Era el último de la colección, y el más realista. Cuando se lo compraron arrumbó todos los demas: el de Mitos Griegos, el Náhuatl, El Anillo de los Nibelungos...

Pero el gusto le duró bien poco, seis días para ser exactos. Al séptimo, no encontraba por ningún lado los muñequitos, los ángeles se habían ido volando, y una serpiente diminuta lo mordió cuando estaba acomodando el manzano.

Escuchó que su mamá le llamaba a merendar: —¡Yahvé!, Yahvecito!, ¡apúrate que se te enfría! —Y con un último berrinche le dio una patada al juguete, que terminó con sus piezas desperdigadas por todo el patio.

12 ago 2013

Colección Otoño-Invierno

Cuando la última de las modelos hubo terminado la pasarela, el norteño millonario dijo: —¡Me las llevo todas!— y, luego de una pausa —¡también pónganme sus trapos!, ¡no vaya a ser que a las viejas les dé frío!

9 ago 2013

Disyuntiva

El traficante le reiteró que nomás así: toda la colección a cambio de este ejemplar único.

Ya en su gabinete, el profesor se puso a contemplar aquella mariposa de tonos pastel más bien simplones. Con angustia, pensaba si en realidad habría ganado con el sacrificio de sus más de treinta mil especímenes, reunidos a lo largo de media vida.

—¿Entonces qué? —le dijo el insecto, algo impaciente—, ¿valí la pena?

7 ago 2013

Lord Falksforth

 Gustaba de presumir su colección de cajitas de rapé. Sus nobles amigos se despedían reiterándole la admiración y fascinación con tan elegante pasatiempo, él los veía alejarse sabiendo que en realidad se burlaban y atribuían su manía a la vejez.

Cuando regresaba a la biblioteca quitaba los cerrojos de las vitrinas y comenzaba a abrir cada pequeño estuche, de donde salían pequeños homúnculos que se ponían a jugar, a hacerse el amor y a enfrascarse en las mil y una cosas cotidianas que hace ya años habían cautivado al Señor.

5 ago 2013

El ediarmagrubidólogo

Tiene la colección más completa de ediarmagrúbidos, ha dedicado a ella más de treinta años. Los posee de todos los tamaños, colores, materiales y procedencias. Está seguro de que, en algunos años más, al fin sabrá lo que son.

4 ago 2013

Orgasmo

Me he prometido que la próxima vez te haré el amor pensando en ti.

Arcillas del Tiempo

Coleccionaba trozos antiguos de cerámica. A menudo se le veía en el Punjab o en Armenia comprándole a traficantes encapuchados, o como explorador en la Amazonia peruana pateando cantos rodados, con la esperanza de hallar un pieza interesante. Tenía miles de fragmentos del Templo Mayor y de azulejos árabes, y atesoraba en particular cuellos rotos de frascos y botellas etruscas, zimbabwíes, chinas y de Nueva Zelanda.

Gracias a un tip, viajó a Grecia, donde le vendieron una ánfora 1A —según la clasificación de Dressel— en un estado de conservación excepcional, debido a las condiciones del entierro del que fue sustraído.

Ya en casa, desempacó con mucho cuidado el artefacto de más de dos milenios de antigüedad, pudo observar el excelente estado de conservación, y supuso que no bien hubo salido del horno del alfarero lo ofrecieron en honor del difunto. Un cacharro nuevo, para cualquier fin práctico.

Lo alzó sobre su cabeza y lo vio contra la luz de la ventana, con fuerza lo azotó contra el piso y se puso a escoger los mejores cachitos.

3 ago 2013

Un humanista

Uno de cada tipo, según oficio; verdulera, cantante, médico... Según somatotipo e índice de masa corporal; mesomorfo, ectomorfo... Color de piel, de ojos; edad, orientación sexual, familia linguística.

Y por parejas. Más de cien mil ejemplares en la colección. Firmó la autorización para la destrucción de la vida en el Planeta, se dirigió a sus oficinas, y desde ahí dio la orden de sellar el arca.

Noé el robot se fue a dormir tranquilo.

2 ago 2013

Pithos

Diógenes el Cínico colecciona hombres honestos. Muy de mañana sale con su linterna en busca de algún codiciado espécimen y todas las noches regresa sin haber encontrado nada. —¡Bah! —dice para sus adentros, antes de ir a dormir—, de cualquier modo no tengo donde ponerlos —e insiste, igual para sus adentros, mientras se acurruca en la tinaja—, ¡nomás cabemos mi perro y yo!

24 jul 2013

Tránsitos

Me meto directamente por la ventana, sobre la alfombra me quito los trozos de vidrio. Voy a la puerta y salgo a través de ella, en el zaguán me sacudo las astillas de madera.

1 jul 2013

No había una vez

No había ni princesa ni dragón ni sapo. ¡Momento!, el sapo sí estaba, mirándolo con esos ojotes desde el extremo de la cama.

Corrió a su pupitre y se puso a escribir: «Cuando despertó...»

26 jun 2013

Dantesca

 Lentes de contacto, peluquín, dentadura..., pellejo, huesos, tripas..., esperanzas... El demonio a cargo le firmó un recibo y le indicó la puerta siete.

13 jun 2013

Detalle

La había amado con locura, le decía que era tan grácil como una bailarina de caja musical. Y ahí la guarda ahora: nomás la saca para verla girar luego de darle cuerda. No se ve tan bonita, atornillada ahí, esa cabeza reducida.

6 jun 2013

Esquizofrenia


Como muchos de nosotros, ella tiene un esqueleto en el armario. Lo mete ahí todas las noches. Luego pone a orear el pellejo en un gancho junto al balcón y acomoda muy bien sus tripas sobre la cama.

4 jun 2013

El sueño de un manso

Corrió a su casa con el diamante en sus manos y de inmediato lo puso en el clóset. Luego se fue a dormir para soñar con su joya tan especial y tan cara. No pudo, los latidos de su corazón lo convencieron de que necesitaba un sitio más seguro.

Muy temprano fue a comprar una caja fuerte, la mejor, y la metió en el clóset. Puso ahí el diamante. Ahora le preocupaba el maltrato, quizás una caja de ébano con interiores de hule espuma... ¿Y la estética? Dentro de la caja que mandó hacer ese mismo día puso un estuche revestido de guadamecí y forrado de terciopelo.

Antes de meter su querencia en el estuche, para estar de veras tranquilo, la envolvió en una mascada de seda auténtica. Pero a los pocos minutos la desenvolvió para ponerla primero dentro de una pequeña ampolla de cristal cortado. El diamante ya no cupo.

Puso la ampolla en la pieza de seda, la seda en el estuche, el estuche en la caja, la caja en la caja fuerte, le echó la combinación y cerró el clóset con llave. Viendo que ya no necesitaba la gema antes tan preciada, la tiró a la basura y se fue a dormir en paz.

1 jun 2013

Bajo llave

Le escribía versos muy hermosos. Le decía que en su corazón tenía un cofre donde atesoraba sus tersos ojos, la miel de sus caderas y la tan sutil sarta de marfil que se agazapaba tras sus labios rojos. Había suspiros y sonrojos, la suma de sus pechos y el tañido febril de ese cuerpo que despertaba en él un infierno de antojos.

En otro cofre —uno que guardó en el clóset— puso ojos, caderas, pechos y sonrisa. También tuvo cuidado de meter mucho algodón para absorber tanta sangre.

7 may 2013

San Antonio de Egipto

Estuvo vagando, en silencio, durante cuarenta años. Al final dejó de usar las palabras hasta para pensar. También olvidó por qué había venido al desierto.

4 may 2013

Prácticas piadosas

Hizo voto de silencio. No sólo no pronunciaría palabra, sino que durante dos años no estaría expuesto a ningún sonido. Selló su casa, la forró de materiales anecoicos y, para no oír ni sus propios ruidos, un cirujano le colocó unos tapones en los oídos. Se abasteció de lo que pudiera necesitar e hizo un contrato con una empresa de seguridad para que la ciudad nunca volviera a perturbarlo.

No oye nada, su mundo es silente, no oye ni el latido de su corazón.

Hoy se ha despertado sobresaltado y con una angustia terrible en el pecho: ha comenzado a escuchar voces.

3 may 2013

Sentidos

Sus ojos son capaces de percibir una gama de colores en cada color; el verde es un arcoiris de verdes, y el morado uno de morados. Ve, además, el ultravioleta, el infrarrojo y la polarización de la luz. Su tacto es fino en extremo, sensible a las mínimas perturbaciones en el aire; distingue el aleteo de una mariposa a cien metros. No sólo capta los olores, sino las miles de sustancias que componen cada aroma. A cada momento sabe la temperatura exacta de los objetos que lo rodean...

Deja de divagar y su mente regresa con el médico, que por medio de signos —innecesarios, puede leer sus palabras en los labios, incluso sin estarlos viendo— le explica que no hay remedio, que los científicos se han dado por vencidos: los robots nunca podrán oír.

15 abr 2013

Apocalipsis



El holocausto nuclear ha dejado pocos sobrevivientes en la Ciudad de México, que todas las mañanas miran al cielo con esperanza. No hay uno que no esté flaco y quemado, pero viven, y se conforman con lo que puedan escarbar de las ruinas de los centros comerciales, se adaptan.


El grito de una niña atrae la atención de todos, en el oriente, a lo lejos, se distingue una mancha que viene volando. Al acercarse, se escucha un zumbido de aleteos que se hace cada vez más fuerte. Todos comienzan a abrazarse y a dar de brincos, ¡son los primeros libros que regresan al Valle de Anáhuac!

31 mar 2013

I Re 3:16-28


En aquel tiempo vinieron a él dos prostitutas. Cada una alegaba que no había engendrado tal criatura, que el niño no era de ella.

Pidió Salomón que trajeran su espada, y a cada mujer dio una pequeña pierna, un bracito y una cabeza.

11 mar 2013

A la distancia

Ve la silueta de lo que parece una bestia feroz. Mueve la cabellera, se sonroja, se estira, se contoneya... La figura se acerca. —¡Bah! —exclama Caperucita decepcionada—, ¡otra oveja con piel de lobo!

10 mar 2013

Tributo



 Su mamá le entrega la canasta con panecillos, y Caperucita se aleja contenta. La madre regresa con el resto del clan y desde el peñasco miran hacia el claro del bosque. La silueta del lobo se distingue contra la luz del sol.

8 mar 2013

Caperucita en el espejo


Por el retrovisor ve que su mamá y Lobo acaban de llegar. Mira en el otro espejo mas la abuelita no aparece por ningún lado.

Los motociclistas están impacientes y comienzan a dar círculos alrededor de la lideresa, haciendo un ruido tremendo e instándole a que dé la señal de partida.

De pronto llega una abuelita, no es la suya pero no importa, la cosa es empezar la excursión. La trae el leñador, es la abuelita de Batman, no trae moto, viene en patines, Caperucita le dice que se agarre del asiento y se arranca hacia el horizonte.




5 mar 2013

Abuelita


El leñador desolló al lobo mientras Caperucita no dejaba de llorar: —¡abuelita!, ¡abuelita!—.  Al fin salió la cabeza, enmarañada con una mezcla de tripas y un extraño mucílago, y luego el cuerpo. Junto, descubrió un objeto redondo, como con pelos blancos, ¡era otra cabeza!, idéntica a la anterior aunque más pequeña. Y aun había otra que con su propio cuerpo también forcejeaba para salir.

Caperucita y el leñador salieron corriendo por el bosque, sus gritos de terror se perdían entre los alaridos que salían de la cabaña.

1 mar 2013

Ordalía

El lobo se acercó con cautela, no fuera a ser una trampa. Olfateó durante unos segundos la canasta con panecillos antes de arrojarse contra la niña atada al árbol.

A la mañana siguiente el inquisidor Sosa González publicó el bando con el veredicto de Dios: BRUJA...

23 feb 2013

Aladdin Sane


Aladino frotó la lámpara de aceite con jabón y piedra pómez, la enjuagó, la exprimió y la colgó a secar, y ni así apareció el genio...

Aladdin rubbed the oil lamp with soap and pumice, rinsed it, squeezed it and hung it to dry, and even then the genie didn't appear...

22 feb 2013

Dos miniviñetas de hadas


***
Aquel gigante era tan grande que no podía estar a solas consigo mismo porque así nomás no cabía...

***
Almendrita era tan chiquita que cabía en la palma de su propia mano...

14 feb 2013

Sobre el acto sexual


 Leyeron en el Kama Sutra que el amor alcanza cumbres de placer divino cuando se practica durante la lluvia intensa. No esperaron y comenzaron a gozarse bajo un árbol del parque. El mejor orgasmo, el trueno y el relámpago fueron simultáneos. Quedaron calcinados ahí mismo.

13 feb 2013

Gotas



 Afuera llueve. Dentro de mí algo también pasa, como si fuera lluvia, mas no lo es, y afuera y adentro es triste e interminable. Lo único que me trae un poco de paz es el ploc-ploc en la habitación contigua, que tampoco es lluvia pero ha venido a terminar con esta mi sequía. Es la sangre de ella que aún gotea.

10 feb 2013

Resistencia pacífica



 Hoy también llega un bonzo sin una lata de gasolina, ni cerillos. Sólo carga una estera de mimbre sobre la que se sienta. Cuando comienza la lluvia, mira impertérrito a la gente que se aleja corriendo.

La noticia recorre el mundo: cuarenta días de chubascos en protesta por la ocupación china.

8 feb 2013

Buenas tardes


 Me gustan los días de lluvia, aunque con esta agua ácida casi no crece nada, acaso un poco de hierba amargosa pa' las vacas flacas —hoy en día las vacas siempre andan flacas.

Sentado en el pretil veo pasar los hatos que traen los niños sin prisa alguna —llueve y tienen que llegar al aprisco—, mas sin cansar a los animales y asegurándose de que pongan pastura en las barrigas pa' tener qué rumiar más tarde.

Una pequeña se cae en la zanja, pero nadie quiere darse cuenta. Una boca menos a la que dar de comer, la vida está cada vez más dura y siempre se podrá explicar que se la llevó la shirga.

Cuando se alejen voy a sacarla, las niñas son más tiernas, acaso también encuentre un poco de cilantro de agua. Ahí tengo leña seca, al abrigo de la lluvia —de encino de mueble viejo que es muy buena pa' la barbacoa—, y un hambre de diez días sin carne.

5 feb 2013

La danza de la lluvia


 Hace años que comenzó esta sequía, y ya no somos sino esqueletos trastabillando en la tierra calcinada. Pero seguimos bailando, acaso nomás por puro orgullo, además de que firmamos un contrato con cláusulas muy estrictas.

1 feb 2013

Días de lluvia


 Este chipichipi dura ya más de cuarenta días y no hay señales de que vaya a escampar, aunque tampoco parece agua suficiente para un diluvio. Será que Dios ya casi no existe, y aquí —entre pura tierra mojada y deposiciones ácidas— nos vamos a tener que morir de aburrimiento.

19 ene 2013

Acto

Sería su último salto —el hombre había planeado todo con maña, lo embadurnó con brea para que prendiera fuego de inmediato—. Mas no iba a irse así nomás.

Al primer latigazo, el tigre tomó vuelo y se lanzó hacia el círculo en llamas, se desvió un par de centímetros y de un zarpazo le sajó el cuello al domador. Durante un instante lanzó una mirada de ópalo incandescente a la mujer que gritaba aterrorizada, y continuó su impulso.

El público de pie se deshizo en aplausos y hurras cuando la bola de fuego cayó del otro lado de la jaula.

2 ene 2013

En el parque con Ximmena y Rodrigo

Nos encontramos con un perro comiéndose algo que nos dio mucho asco. Concluimos que era un pichón, una rata, un cacho de otro perro o un bebé muy peludo.