13 ago 2002
¿Noches árabes?
Le prometió desnudarse para bailar las más sensuales danzas y humillarse de la forma más abyecta posible, cada noche. Le concedió inimaginables perversiones, entrañarse cualquier objeto a petición, someterse a absurdos caprichos, a refinadas torturas, sólo para sus ojos. Sería su bienmandada esclava, por un año. Mas el hombre murió de un infarto, la primera noche; y ella, días después, tratando de alcanzar la llave que se fue —quién sabe cómo— por el drenaje, de terror.
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