¡Órale cabrón!, ¡ya mero llegas! O qué, ¿te me vas a rajar? Mira que tanta pinche sangre y pa' nada... Que t'inyecten la otra, te dije, manquestén más caras. Dile a la monjita que deje de estar pendejeando dizque tomando la presión y que te ponga guso de vuelta —y a tu puta vieja que le chingue con el petate, que una cosa es que se manche de tus rodillas sacríficas y otra con tanta güey meada. ¡Te dije dende Peralvillo, 'ora no te la vas'acabar, ni modo de comprar estos sombreritos con estampita y las jijas cocas a quince pesos! Por eso nunca les hago caso, 'tán jo-didos, carajos peregrinos pachecos, ¡váyanse mejor de chalmeros a Chalma...!, ¡no mamen, hijuesús!
Antes nomás venían borrachos.
31 oct 2003
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