¡Erria, Erria, damas y caballeros, niños y niñas! ¡Pasen a ver el circo, pasen a ver a sus personajes! ¡Vean al mismísimo Jesús, llamado el Cristo, clavado en la Cruz y escarnecido, véanlo clamar en vano a su Padre! ¡Sean testigos del juicio de Sócrates y asistan a su agonía luego de beber la cicuta —ustedes no, el filósofo— y llévense de bonito recuerdo un gallo para Esculapio!
¡Por primera y única ocasión asistan a la quema doble de herejes, por un solo boleto miren azorados la incineración de Giordano Bruno y «la pucelle d'Orléans»! ¡Angústiense mientras Jack el Destripador asesina a dos docenas de mujeres y mil curas pederastas son atrapados in flagrante delicto y de todos modos se salen con la suya, lloren con Boabdil lo que no supo defender como hombre, conozcan en vivo a Sadam Hussein disfrazado de Juan Bautista, acompañen a Hércules en sus trabajos, coman con Blanca Nieves la manzana envenenada y despierten al beso del Príncipe Encantado!
¡Como promoción especial se elegirán trece niñas —las más chulas— para que quemen los pies de Cuauhtémoc! ¡Aquellos cuyo boleto coincida con los tres últimos dígitos del melate arrancarán el cuero cabelludo a una tribu Sioux —se los ponemos atados de pies y manos [excepto mujeres y niños].
¡Para la función estelar tenemos los hornos de Hitler, al Papa y Mussolini firmando el Concordato de Letrán, la peste, la guillotina y —en exclusiva— auténticos marines yanquis arrojando chicas vietnamitas embarazadas desde auténticos helicópteros CH-3E —los famosos Jolly Green Giants!
¡Vengan, vengan!¡Se van a divertir como enanos!
30 abr 2004
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