15 jun 2004
ECCE HUMO
Arrellanado en el reposet, sin perder detalle alguno del fútbol, el cigarro avienta una última bocanada hacia el interior del hombre. Luego apaga contra el cenicero los últimos restos cárnicos, y arroja la cabeza aplastada por la ventana que da al jardín... En algún lado leyó que sirven de abono.
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