Aparece el protagonista y decide que afectará, profunda e irremisiblemente, la vida de todos aquellos que lo rodean y la de muchos que ni siquiera lo conocen. Ha aceptado la responsabilidad y las consecuencias, entiende que la suerte está echada.
Segundo acto
Se da un minuto para meditar sobre el alcance de sus acciones, reafirma su compromiso y repasa en el cerebro la estrategia que le permitirá conseguir sus objetivos. Sabe que aquellos a quienes ama nunca lo perdonarán y que la Historia lo condenará a la ignominia.
Tercer acto
Entiende que no es posible dar marcha atrás, demasiado tarde. Aun así valora el costo de los pequeños detalles tácticos a los que puso suficiente atención. En el último momento resuelve, con arrojo y coraje, regresar al primer acto.
Primer acto
Aparece el protagonista...
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