Una pequeña, que veía el espectáculo desde los hombros de su padre, gritó: —¡¡la Emperatriz va desnuda!!
La soberana no se inmutó..., ni siquiera cuando un lancero traspasó al hombre, mientras que la plebe furiosa molía a golpes a la criatura.
Microrelatos, minificciones, hiperbreves, textículos, ficciones súbitas —o repentinas—, minis ú como quieran vuestras mercedes nombrarles.
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