Creyeron que la cuchara habría de perderlo. La corte entera esperaba suspendida de ese sencillo utensilio. Sin atreverse a externar sospecha alguna, nadie ignoraba que el gemelo de Luis XIV era zurdo.
Ante el desconcierto general, el Rey tomó el plato con las dos manos y se lo llevó a la boca. Como en la Bastilla.
4 jul 2003
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