13 may 2011

Tálamo

No se han visto sino a través de las rejas del balcón, ni escuchado, ni olido, ni nada. Hoy él se atrevió a trepar la hiedra y hace un esfuerzo heroico por alcanzarla. Entre los gemires de ella, los requiebros del varón, los muy malos versos, la complicidad de la luna y los suspiros mutuos, un dedo casi toca una mejilla.

Mano, brazo y antebrazo se expanden, se estiran, se magnifican, la clavícula casi se disloca, la enredadera también pone de su parte. La punta del dedo se acerca micra a micra mas sin desistir por un instante, la mejilla yace atorada entre los barrotes expandiéndose como un globo en pos de la inminencia de ese primer toque de amor. Ella puede ya sentirlo, suda hielo que arde, la entrepierna comienza a gotear, cada vello se ha erizado, cada poro se ha dilatado, un corazón se desboca... y cierra los ojos.

Está a punto de tener su primer orgasmo en tiempo real, sus pezones a punto de estallar y el mundo a punto de colapsarse en cataclismos múltiples de placer.

Mas el dedo la toca, por sólo un segundo, y el encanto se acaba, ella se congela y él no entiende qué pasó. Todo acaba sin comenzar apenas. Lo odia, no quiere verlo más. El contacto, el maldito contacto tan anticipado, fue precoz.

8 may 2011

Sentidos

Aún puede verla, cómo se mueve su pelo cuando camina, cómo se tuesta su piel al sol mediterráneo, y cómo oscilan de aquí para allá sus caderas. Puede aún aspirar el aroma de cada uno de sus poros, el perfume de su inminencia, y el olor a océano primigenio de su sexo abismo. Siente la turgencia de su pechos, la suavidad de hierro de sus piernas y la humedad de ese cuerpo contra el suyo. Sabe a qué saben sus besos y la escucha gemir, oye aún sus murmullos, sus cantares, sus cuitas, sabe que sabe a sal, a néctar y a mundos exóticos...

Le basta con cerrar los ojos y dormir, porque en sueños cada uno de sus sentidos funciona a la perfección, porque dormido no es un montón de costras, hedor y harapos en una banca del parque, porque si cierra los ojos ahí está ella, y porque cuando los abre ya no.