12 dic 2002

Matrioshka

En vísperas de su ejecución, su mente vuelve a vivir la vida entera, hasta encontrarse de nuevo en vísperas de su ejecución, y su mente vuelve a vivir la vida entera, hasta encontrarse de nuevo en vísperas de su ejecución, y su mente vuelve a vivir la vida entera, hasta encontrarse de nuevo en vísperas...

8 dic 2002

El efecto mariposa

Una mariposa batió sus alas en Pekín. Horas después, caía en Amsterdam una devastadora tormenta. Los elefantes de un circo que llegaba a la Centraal Station echaron a correr despavoridos por las calles. Un pobre señor que —junto a su esposa y su niña— trataba de protegerse del meteoro, se agarró a la cola de una elefanta. El animal se volvió, lo levantó con la trompa, lo aplastó contra el suelo y lo pisoteó. Me parece todavía más horrible el dolor de la viuda y la hija, porque no pueden ni contar de qué murió el desdichado. Si dicen: "lo mató una mariposa", todo mundo se echa a reír.

5 dic 2002

Al amor de la lumbre


 La mujer de Cro-Magnon y la chiquilla macilenta lo seguían a poca distancia, ambas llevaban en los ojos la mezcla cotidiana de hambre, ilusión y cautela que compartían con el cazador que acechaba al mamut.

El hombre había sido paciente y traía la esperanza de que su presa se acercara a los cazaderos del clan, pero llegó el crepúsculo y no hubo partida alguna que llegara en su apoyo, así que decidió proceder en solitario. Conocía la técnica, al menos en teoría: jalar de la cola al animal y traspasarle la yugular cuando se volviera y cargara hacia él.

El resultado fue otro, el animal montó en cólera, atrapó a su enemigo con la trompa y lo aplastó contra el suelo.

En el aniversario de la tragedia, madre e hija cuentan la historia de Cro-Magnon y —como cada año— el valle retumba con el estruendo de las carcajadas y el frenético golpetear de las tibias contra los cráneos.

1 dic 2002

La batalla de los magos


El gran Durnstalf caminaba con su esposa e hija. De pronto, vio venir a Smeranort el oscuro, y de inmediato se convirtió en un dragón lanzallamas, mientras que su oponente tomaba la forma de un alacrán gigante.

El mago ahora se transformó en un rinoceronte de tres cabezas y su enemigo en un kracken de aire, y así siguieron cambiando de formas, cada una más horrible que la anterior.

Todo sucedía en una vorágine de hechizos e imprecaciones. Apareció una quimera que lanzaba rayos mortales seguida de una mangosta misil que sajaba cuellos... Hubo un hipogrifo que tronaba como huracán, varias especies de dinosaurios, arañas y buitres descomunales, sierpes, meteoritos...

Cuando el crepúsculo, un musculoso hombre de Neanderthal tenía atrapada la cola de un mamut furioso. De súbito, éste logró zafarse y levantar con la trompa a su rival que sólo se había distraído un instante, para luego azotarlo contra el suelo y pisotearlo sin misericordia.

Cuando la polvareda se disipó la señora no supo si su marido era el troglodita que yacía exánime con el cráneo apachurrado o el mastodonte que se alejaba barritando entre los matorrales.

Los pedazos de la niña estaban regados por todos lados.







25 nov 2002

Reflexiones especulares

Su imagen no se reflejaba en el espejo, era natural. Sin embargo, vio la imagen de un vampiro que, al otro lado, tampoco veía su propia imagen reflejada en aquel espejo, pero sí la del vampiro situado de este lado.

Vendrán las oscuras golondrinas

Vendrán las oscuras golondrinas mecánicas, esparciendo su carga de muerte nuclear en campos y ciudades. Las tupidas madreselvas escalarán las tapias de las inútiles fortalezas del imperio, derribándolas entre alaridos de horror.

Suplicarán misericordia a tus oídos las mujeres y los niños; los verás sangrantes, abatidos y de rodillas. Y tú, impávida Princesa, estallarás en estruendosas carcajadas.

Amanecerá otro día y tú... habrás sido vengada.

11 nov 2002

Cráter


El impacto en Chicxculub cambiará el curso de la Evolución en la Tierra, lo que a Satanás tiene sin cuidado, Él sólo se pregunta si la muerte de Dios habría sido instantánea.

18 oct 2002

Los tatachombis

Mi propuesta al Duque de Kenacjeristán es viable, recupera la rentabilidad que en el siglo XI tuvieron los tatachombis, e implica una flamante dignificación del folklor patrio.

Todavía vagan por las estepas, y aunque su tez verdosa y su chirriante caminar los distingue de inmediato, apenas si llaman la atención. Desde que se descubrieron las astucias diferenciales y la piedra filosofal, las habilidades de los vivientes muertos devinieron obsoletas; incapaces de descansar o de ser eliminados, deambulan evitando los obstáculos de forma muy rudimentaria, utilizando su también anticuado sistema de balancines magnéticos. Sin cabeza, con el costillar despellejado y con su ridículo exceso de extremidades, resultan vulgares al observador fortuito, quien a veces tropieza con los restos de las cadenas que antaño los resguardaban del hurto —tiempos aquellos cuando, paradójicamente, fueron considerados propiedades de gran valor.

La posiblilidad de dispararles con mosquetes, ballestas —incluso con cañones— atraerá viajeros de la Europa Occidental, principalmente señores feudales ociosos. Imaginen al país enriqueciéndose sin merma alguna del recurso cinegético, ya que cualquier tipo de trofeo estaría prohibido, tanto por la preservación del patrimonio, como por la nauseabunda hediondez de estos resilientes cuerpos sin alma.

4 oct 2002

Cenicienta desencadenada

Ya sin aliento, el Príncipe recogió del piso la zapatilla de cristal, justo en el momento en que una grieta telúrica lo derribaba. Mientras caía alcanzó a distinguir a lo lejos y contra la luz de los incendios una silueta descomunal. Lo último que oyó fue el estruendo de un coletazo fulminante que arrastraba consigo los alaridos horribles de sus súbditos.

2 oct 2002

Ap 12:7-13; 13:4; 20:2


De la Nada surgió la Bestia: sus innumerables cabezas se batían enfurecidas unas contra otras, arrojándose infinitas bocanadas de lumbre y huyendo asqueadas todas de todas. El hediondo Monstruo del Caos cobró repentina consciencia de Sí y de su omnipotencia, la más desesperada de las angustias poseyó sus entrañas y la propia repugnancia nutrió un cruel odio contra el Futuro. Así dio inicio al transcurso del Tiempo.

"En el Primer Día..."

13 sep 2002

Las cuitas del joven Juan Escutia

En el refectorio, Miramón —su ídolo— lo ha humillado frente a todos y ya no puede fingir más. El resto de la mañana lo ha pasado llorando en apartados escondrijos, ajeno al escándalo y a la orden de abandonar el Castillo. Ese último verano en Tepic supo que no estaba solo, ¡y cómo lo disfrutó! Sabe que aquí, en el Colegio, tampoco es excepcional, pero nadie admite nada en público. Se desespera, sale corriendo al patio hecho un mar de lágrimas rabiosas y, por último, decide arrojarse al vacío. En el frenesí de la carrera cree escuchar gritos, cañonazos y disparos que atribuye a una imaginación desbordada, tropieza con la Bandera Nacional que dos cadetes bisoños arrían con premura, se enreda con ella y se precipita sobre las rocas treinta metros abajo, frente a los extrañados yanquis que aguardan órdenes.

9 sep 2002

Sexo feérico

Llegaban con Morgana en busca de placer, de pecado, de una noche divertida y sensual. Pero ella ofrecía más que eso, la hermana de Arturo los acariciaba como ninguna mortal sabía hacerlo: cuando tomaba entre sus manos el miembro para succionarlo, cada caballero entendía que tal lascivia costaríale muy cara. Pellizcaba con suma delicadeza los testículos y les mordía el glande. Luego ensalivaba —generosa— el pene mientras pausada y firmemente lo manipulaba. Estaba atenta al momento exacto en el que la eyaculación era inminente y la detenía, clavando el dedo índice contra ese punto en la base del bálano que sólo ella conocía. Por fin, después de tres o cuatro veces de reprimirlos de esta manera, dejaba que se derramaran; restregándose el copioso producto en el rostro a la vez que estallaba en mágicas risas cantarinas.

Aquellos valientes de Camelot nunca volvían a ser los mismos, veíaseles vagar desesperanzados por los caminos del mundo: ya no buscaban significado a su vida... ni esperaban alcanzar honrosa salvación para su alma.

7 sep 2002

Colorín colorado


Permaneció sentado unos minutos luego de verla salir del vestidor, se deleitaba con la cadencia de sus contoneos y las risitas a la vez coquetas y nerviosas. Justo cuando ella se ruborizó, se puso de pie y la tomó del talle. Sus besos eran fervientes lo mismo que la forma en que acariciaba sus nalgas, y ella le correspondía acariciando el cuerpo desnudo de él. Sin quitarle la capa hizo de la ropa jirones que cayeron al suelo entre los gemidos de la joven, después le quitó el mínimo sostén y, con extrema lentitud, desató los moños a cada lado de la tanga.

La chica se deja lamer, magrear y morder, al tiempo que aprieta el miembro enhiesto con sus manos o entrelaza sus piernas a las del varón. Al final quedan sólo la caperuza roja, las finas medias de seda y las zapatillas de tacón afilado. De súbito, y con violencia, la muchacha lo arroja sobre un sillón y lo monta, al tiempo que empieza a brincar paroxísticamente. Cuando él eyacula la hembra jariosa se tranquiliza, sorbe las gotas de sudor del rostro de su compañero y se menea a pausas sobre el pene que declina. Apenas se contiene de hacer de este ritual un orgasmo simultáneo, mas sabe que el acuerdo funciona en base a la confianza mutua.

Mañana es su turno, en tanto recuperan el aliento, ella fantasea un disfraz de Robin Hood: botas, mallero, arco y flechas...

5 sep 2002

Calígula


Los pasajeros de primera llegaron al salón con la puntualidad propia de su clase. Todos, incluso el Capitán, esperaban sin ocultar la emoción; la mar... en calma. El mâitre anunció al artista —«el Calígula de ébano»—, un sólo reflector iluminaba la pista. Un negro desnudo, de bellísimas facciones y cuerpo perfecto, estaba sentado —a la pensador de Rodin— en una silla corriente. La música inundó el ambiente y el miembro viril de aquel hombre comenzó a hincharse, muy poco a poco y sin que las manos intervinieran. Los primeros minutos las damas y los caballeros bromeaban, algunas de ellas ya humedecidas, y ellos convencidos de que tal enormidad fálica era monstruosa y ajena a la cotidianeidad de sus compañeras. Mas ellas y ellos terminaron gritando «quieros» y «papacitos», o jocosos o con lasciva seriedad.

El pene seguía creciendo, en el rostro del ejecutante asomaron dos o tres gotas de sudor y el ceño se le frunció un poco. Pero las manos —ni la que reposaba en la rodilla ni la que sostenía el mentón— no se movieron un ápice.

Habían pasado treinta minutos y el silencio era absoluto, la descomunal erección parecía a punto de estallar... y estalló, arrojando varias libras de semen por todos lados. Nadie se movió.

Lentamente, hombres y mujeres, perdidos en sus reflexiones, abandonaron —muy poco a poco y en completo orden— el lugar y se fueron directo a sus camarotes.

3 sep 2002

Gn 1:26


En el sexto día Yahvé quiso crear un ser a su imagen y semejanza. Cuando lo tuvo frente a sí, lo observó fijamente y recibió a cambio aquella mirada serena y divina. El Universo fue diferente a partir de ese instante, en el que Dios se descubrió en el espejo.

El séptimo día decidió heredarle el Paraíso. En la puerta de salida formó con lodo a Adán y a Eva, para no andar solo por esos mundos.

En silencio —triste y sin inmutarse— el Unicornio vió como las tres figuras se perdían en el horizonte.

2 sep 2002

Posiciones

Abrió las piernas y, con mucho cuidado, se acuclilló hasta que los dos penes rozaron su vagina. Hábiles contorsionistas, Kurt y Alejo se contuvieron mientras Wilbur dilataba con los dedos pulgar e índice el esfínter anal de la única mujer en la cama, para que Iñaki, con la mano derecha agarrada al asidero colocado para tal efecto, apuntara con la izquierda su miembro hacia el ano. Enrique y Federico, los más jóvenes, situaron sus falos junto a la boca, uno a cada lado y con las rodillas ligeramente flexionadas. La hermosa muchacha comenzó a elevar una de sus piernas ayudada por John Jr. que, a su vez, estaba parado de cabeza.

Aunque algo nerviosos, mantuvieron las posiciones, con los pertinentes gestos de placer dibujados en sus rostros. La fotógrafa de "Sex Illustrated" calculó que si lograban aguantar al menos veinte segundos, conseguiría unas tomas fantásticas.

1 sep 2002

Gn 16:1-4

Saraí nunca pudo darle un hijo a Abram, pero lo que más le preocupaba era que su esposo ya no hallara placer en su cuerpo. Así que dijo a su cónyuge: "Aunque me esfuerce, ya no puedo provocarte un sólo derrame. Sáciate ahora con mi esclava, Hagar la Egipcia; es una hembra virgen, hermosa y casi niña. Alcanza dentro de su carne lo que en mis entrañas te es imposible."

Ella atestiguaba la consumación de la cópula, oculta apenas por una celosía. Excitados alaridos adolescentes, y viriles bufidos, espetábanle la húmeda y paroxística penetración. Hagar, alcanzando el clímax, clavó salvajemente sus uñas en los ijares de quien, muy hábil, desfloraba su inocencia. Los ojos de Abram quedaron blancos al tiempo que eyaculaba.

Súbitamente, Saraí, arrastrando consigo la cortina, se arrojó jadeando sobre el lecho venéreo. Quiso compartir aquel exquisito y brutal orgasmo que, al menos para ella, ocurría por primera vez en la vida.

18 ago 2002

Gengenesgénesis XVI

Igual que siempre, puso en el cielo el Sol, la Luna y las estrellas, hizo que rebosara la tierra de plantas y animales, y que en los mares pulularan los peces y en el aire volaran las aves y los insectos con alas.
El sexto día llegaron, teletransportados, Adán y Eva. En diversas partes del planeta, mientras tanto, aterrrizaban las naves de la flota colonizadora.
Al séptimo día, pusieron a descansar a Dios, checaron cada uno de sus circuitos, le desconectaron la fuente de poder, lo aceitaron y lo empacaron con mucho cuidado.

Gn 1:14-31; 2:2-3


Los primeros días Yahvé hizo lo de siempre, puso en el cielo el Sol, la Luna y las estrellas. Pobló la tierra con plantas y animales, e hizo que en los mares pulularan los peces y en el aire volaran las aves y los insectos con alas.

El sexto día llegaron teletransportados Adán y Eva. En diversas partes del planeta, mientras tanto, aterrrizaban las naves de la flota colonizadora.

En el séptimo día, pusieron a descansar a Dios, sus circuitos habían funcionado a la perfección. Le desconectaron la fuente de poder, lo aceitaron y lo empacaron con cuidado.

13 ago 2002

¿Noches árabes?

Le prometió desnudarse para bailar las más sensuales danzas y humillarse de la forma más abyecta posible, cada noche. Le concedió inimaginables perversiones, entrañarse cualquier objeto a petición, someterse a absurdos caprichos, a refinadas torturas, sólo para sus ojos. Sería su bienmandada esclava, por un año. Mas el hombre murió de un infarto, la primera noche; y ella, días después, tratando de alcanzar la llave que se fue —quién sabe cómo— por el drenaje, de terror.

11 ago 2002

Longevidad y lozanía

 Salió del paupérrimo departamento por última vez. Sólo llevaba consigo una maleta y los documentos acreditándolo tanto para los procedimientos de reconstitución biónica como para la ciudadanía de élite.  Al amanecer de su cumpleaños ciento cincuenta dio inicio el proceso de sustitución prostética y al caer la tarde se llevó a cabo el delicado reformateo celular.  Estuvo toda la noche bajo estricta observación de los médicos.

Mientras entraba al flamante penthouse en un exclusivo barrio de Luxuriosa, comprendió que el mundo era otra vez mágico, todo olía a nuevo, también él.  Pasó al dormitorio, arrojó a la cama su maleta y se detuvo frente al espejó: aquel varón estaba perfectamente formado y era hermoso, se sentía lleno de una energía vital cuya existencia antes ni siquiera imaginara.  Podría vivir, tal vez, setecientos u ochocientos años con apenas unos cuantos ajustes. Dentro de su mente desfilaron las hermosas ninfas fotografiadas en la página tres de los tabloides proletarios —paseándose con la mínima ropa necesaria, de compras por las elegantes tiendas— provocándole una erección mucho más potente que cualquiera que pudiera recordar de su adolescencia.

Se contempló aún durante algunos minutos, luego se puso a hurgar en la vieja maleta.  Entre las cosas que había conservado de su pasado, encontró el revólver .44, se introdujo la punta del cañón en la boca, echó atrás el percutor y jaló del gatillo.

10 jul 2002

Jn 2: 13-17


Fue una mañana brillante la del día en que canonizaban a Juan Diego. Los altos dignatarios de la Catolicidad acompañaban al Papa, los mejores de los empresarios escoltaban al Señor Presidente, la más fiel de las multitudes esperaba ansiosa un milagro.

La Basílica de Guadalupe estaba a reventar, y en la gran explanada del Tepeyac los concheros trataban de continuar su danza en un espacio casi inexistente. Pocos repararon en que por el acceso sur llegó Jesucristo con algunos de sus discípulos, parecía tranquilo, pero mientras el mar de pueblo le abría paso hacia los invitados de honor, las cámaras de televisión enfocaron su Divino Rostro ardiendo en cólera.

Poco antes de llegar ante el Obispo de Roma, arrancó el tolete a un granadero que intentó hacerle frente. —¿¡QUÉ HABÉIS HECHO DE LA CASA DE MI MADRE!?— gritaba iracundo mientras tundía a garrrotazos a un pobre vendedor de imágenes que se escabullía entre los guardaespaldas de una importante dama de sociedad.

7 jul 2002

El efecto mariposa

Una mariposa se detiene sobre el pezón de la adolescente que se asolea desnuda en una playa de Puerto Vallarta. Cuando empieza a aletear de nuevo, la muchacha lo interpreta como un escozor en el pecho. Unas horas después, en el Mar del Norte, se desata la tormenta más intensa que las costas de Holanda sufrieran en los dos últimos siglos.

Esta madrugada, tiempo de México, Camilo Carbajal Nuñez es poseído por una potente e insaciable erección, como no la ha tenido en treinta años. Se le va la noche en vigilia, repasando en su imaginación las tetas de aquella ninfa, a la que estuvo sirviendo tragos toda la tarde.

30 jun 2002

Años de lluvia

El diluvio duraba ya cuarenta años, no obstante, Noé aún tenía esperanza. El nivel del agua no había hecho más que ascender: hacía más de treinta años que las cumbres nevadas quedaran en el fondo del mar... Y la monotonía... El horizonte siempre el mismo... Los mataba el fastidio.

Aquella mañana nadie creyó lo que apenas se vislumbraba a lo lejos. Sem, Cam y Jafet intentaban describir a su anciano padre lo que parecía ser una gigantesca masa de roca sólida, a la que se acercaban muy poco a poco. El patriarca se preguntó si la ordalía habría llegado a su fin, mas la cantidad de agua en el planeta —de manera casi imperceptible— seguía aumentando.

Cuando el descomunal objeto estuvo lo bastante cerca, Noé se desplomó muerto y sin fé sobre cubierta. Incapaz de asimilar la escena de la Luna flotando en el Océano.

Gn 5:21-27

 Los dos ancianos pasean cogidos del brazo. Acaban de regresar de la Mesopotamia, donde briagos y en cueros estuvieron persiguiendo a las vírgenes del templo. No alcanzaron a ninguna, y ninguno quiere hablar de cómo se burlaban de ellos con exagerados gestos de asco. Matusalén y Yahvé encuentran un roble frondoso y se arropan entre la hojarasca a dormir la borrachera.

25 jun 2002

Gn 19:30-38 y 26

Llovía fuego y azufre cuando la mujer de Lot miró hacia la ciudad, mas no le sucedió nada. Fue tiempo después, regresando a la cueva tras acarrear agua, que ve a Lot borracho fornicando con sus dos hijas. No es que se convirtiera en estatua de sal, es que lloró demasiado y el aire —en los días que siguieron a la destrucción de Sodoma y Gomorra— estaba en el seco absoluto.

Dios en la Tierra

Dios camina de nuevo sobre la Tierra. Los primeros en percatarse de ello son los científicos de la Universidad de Princeton cuando constatan que las fuerzas electromagnéticas —la débil y la fuerte— se comportan en forma caprichosa. El público en general se entera de la noticia unas horas después de que el Papa, los Cardenales y otros importantes funcionarios de la Iglesia, son capturados por fuerzas al mando del Arcángel Miguel.

24 jun 2002

Esas puertas de la percepción

[Léase susurrando... lentamente.] Al retirársele la venda, éste será el primer ser humano en poseer Optimización Ocular Totipotente®, el desarrollo biónico con el que alcanzará una agudeza visual casi imposible de concebir. Las especulaciones de los expertos van desde la virtud de ver inusitadamente lejos o cerca, hasta la de percibir porciones del espectro invisible, más allá —en ambos sentidos— del ultravioleta o el infrarrojo. Se debate sobre cromodinámica, discriminación tonal, sueños lúcidos, sinestesia... Se postula este avance científico como el salto cualitativo del semisueño que la humanidad vive la mayor parte del tiempo, al de la vigilia más alerta jamás imaginada.

[Levante un poco la voz, conteniéndose apenas... Acelere conforme termina el párrafo.] Mil millones de televidentes observan como los especialistas remueven, con extremo cuidado y en la penumbra, los últimos trozos de lienzo que cubren al sujeto. Mientras la luz aumenta poco a poco, se esperan las primeras descripciones de 'los ojos futuros'.

[Léase a gritos y a toda velocidad, pierda el aliento. Señoras y señores optativos.] ¡De pronto y sin que la sala termine de iluminarse, una escalofriante andanada de alaridos de pánico sale de la garganta del individuo que convulsiona...! ¡Enloquecido, tuerce los ojos de un lado a otro...! ¡¡Ya sólo queda un cadáver cubierto de sangre y contenido gástrico, un improbable rictus y las macabras cuencas vacías por donde huyó —a-te-rro-ri-za-da— una vida!!

21 jun 2002

La flauta de Hamelin

La caverna se abrió ante el flautista y, a su vez —a unos cuantos pasos de la entrada— apareció el abismal despeñadero. Cuando la última de las ratas se hubo precipitado al vacío, el artista exigió el pago convenido. De los notables de Hamelin sólo obtuvo como respuesta amenazas y carcajadas. Iracundo, regresó a la claraboya de la gruta e interpretó una nueva melodía. De la sima insondable comenzaron a salir increíbles bestias que asolaron la comarca: trasgos, dragones, vampiros y todo tipo de alimañas. El músico continuó tocando en un rapto frenético que se esparció por toda Europa, mientras que de la cueva emergía una gigantesca mole de mucílago corrosivo que en pocas horas disolvió totalmente el planeta. A la mañana siguiente palpitaba un agujero negro en donde antes estuvo la Tierra, y hacia él comenzaron a caer el Sol, los mundos y las estrellas. En un lapso de cinco días, la espiral de la Vía Láctea se distorsionó por completo, sumiéndose en el enorme vórtice... Le siguieron todas las otras galaxias, siempre al compás de la canción de la flauta. Unas semanas después el Universo entero se colapsó. El instrumento y su tocador también desaparecieron, aunque atrás quedaron unas cuantas notas musicales dispersas en el éter.

17 jun 2002

skelter(s.) 1|Máquina del tiempo.

El año de 2104 más de seis mil millones de terrícolas se inscribieron en el programa Salto al Futuro, Zancadas de Gigante. Los pocos que quedaron destruyeron los skelters y con el paso de los siglos el planeta volvió a poblarse hasta el límite. La humanidad olvidó que alguna vez se pudo viajar al futuro.

Pero los Divinos de la Orden del Temple conservaron el recuerdo. Durante un milenio se prepararon para el año de 3104, transmitiendo de generación en generación el miedo a la terrible invasión que llegaría de la nada.

Cuando en el día señalado comenzaron a aparecer los viajeros temporales se desató la más terrible de las carnicerías que registra la historia. A lo largo y ancho de todos los continentes, seis mil millones de seres humanos sin armas y cargados de ilusiones, fueron masacrados sin misericordia... instantes después de haber arribado a la utopía prometida por los científicos del Siglo XXII.

16 jun 2002

Par de pasos

Camina a solas por las calles obscuras... De pronto, oye pasos detrás de él. Disminuye la marcha aunque conserva las manos dentro de los bolsillos del abrigo. Se convence de que es su imaginación —una vez más— y continúa el paseo nocturno. De nuevo siente que alguien lo sigue, o así quiere creerlo. Ahora se detiene y voltea la cabeza. Durante algunos minutos escudriña cada sombra, cada débil reflejo de luz.

Noche tras noche se repite la cruel angustia de desear no ser el único, y se pregunta si siempre conservará la esperanza o, cuando menos, la razón. Han pasado trece años desde que la bomba de virus acabó con todos y sigue sufriendo la culpa de haber sobrevivido. ¿Dejará alguna vez de recorrer las ciudades en busca de otro afortunado?

¡De pronto, escucha que alguien camina a la vuelta de la esquina...! Muy lentamente, saca las manos de los bolsillos.

13 jun 2002

Nueve cuentos del ombligo y una historia


1. Omphalos


En el centro del Universo existe un punto conocido como el "Ombligo de Dios". Hace quince mil millones de años, cuando comenzó el Big-Bang, unas cuantas partículas fundamentales comenzaron a gravitar alrededor de esta especie de súper agujero negro y, conforme pasaron los eones, la cantidad de materia en las inmediaciones de este vórtice aumentó considerablemente, sumiéndose poco a poco en él. Se calcula que dentro de otros quince mil millones de años, toda la masa y toda la energía del Cosmos se habrán concentrado allí, sólo para desaparecer en el caos.

Se le conoce como el "Ombligo de Dios", pero Dios mismo es totalmente ajeno a este fenómeno y pasa el tiempo muerto de terror, agarrado con desesperación a los límites del firmamento, incapaz de contrarrestar las poderosas fuerzas de succión que lo atraen, junto con la Creación toda, hacia el destino final de todas las cosas.


2. Teibldanz

Le dijeron que aquella chamaca echaba lumbre, y fue a comprobarlo por sí mismo. En el Criterium ocupó la mesa más cercana al tablado. El striptís empezó de la manera más corriente posible, pero poco a poco y al compás de la música de bongós, de la vieja esa comenzaron a emanar los efluvios sensuales más húmedos que el cliente este hubiera sentido. Comenzaron los aullidos, las erecciones descomunales y los golpes en la mesa, mientras que nuestro personaje se precipitaba sobre la cabaretera que ahora, completamente desnuda, se arrodillaba con el cuerpo atléticamente arqueado hacia atrás. En el clímax del espectáculo, el vientre de la mujer quedó a unos cuantos centímetros del excitado caballero, entonces, sin previo aviso, todos los presentes, excepto él, se alejaron corriendo. Directamente del ombligo de ella brotó una gigantesca llamarada que lo mató de manera instantánea.

Aún sonaban los bravos y los aplausos cuando los mozos barrían los restos calcinados del güey ese. Luego que el olor a carne quemada comenzara a disiparse con los potentes ventiladores, los parroquianos de siempre comenzaron a discutir la lista de invitados p'al día siguiente.


3. Polvo blanco

Luigi Candiani di Salaccere, tenía un vicio extraño. Aspirar cocaína del ombligo de una doncella. Al ser capturado, trató inútilmente de adivinar quien era el traidor. Nunca sospechó de la núbil Ana Grimaldi, con quien se entretenía cuando llegó la policía.

Es que la chiquilla era vanidosa, el médico le advirtió que de continuar con esas prácticas, acabaría con un ombligo gigantesco, carcomido y con escamas.

Aún así, siempre recordaría con un cariño especial a aquel mafioso que la había iniciado en el uso del placer, pero de ahí en adelante se buscó amantes con perversiones menos sofisticadas.


4. Ideé Fixe

Aquella bailarina ventrista le estaba sorbiendo el seso. ¡Haría cualquier cosa por ese ombligo! Mataría a quien fuera con que la hermosa mujer apenas se lo insinuara. Era el cliente más leal del lupanar en el que todas las noches se presentaba su ídolo. Ésa era su vida, el resto de su mundo se había ido al carajo.

Pasó un año cuando creyó descubrir, entre el cadencioso movimiento del abdomen desnudo de su ídolo, una pequeña e insignificante estría. Y ésta devino una nueva obsesión para él, que no opacó a la original sino que se sumó a ella con un asfixiante efecto multiplicador.

La policía lo encontró con las ropas ensangrentadas y el frasco con formol entre sus manos. Se necesitó una terrible golpiza para poder acallar sus estrambóticas carcajadas.

Uno de los detectives puso particular atención al contenido del frasco y desde entonces vive obsesionado con lo que vio. Jura que el ombligo extirpado se mece rítmicamente dentro del turbio líquido, y que si se le observa con atención se descubre un ojo que mira fijamente a su vez, en busca de otra víctima.


5. En la Capilla Sixtina

Camina unos pasos más y, arrobado, dirige la vista al cenit. Cae de espaldas en éxtasis sublime. Justo entre la Creación de Eva y la Separación de las Aguas y la Tierra, contempla la visión que lo trajo a Roma: La Creación del Hombre a Imagen y Semejanza de Dios. Su corazón palpita rápidamente y de sus ojos brotan emocionadas lágrimas. De súbito, un escalofrío lo deja tieso.
Con dificultad se incorpora sin quitar la vista de la escena pintada por Miguel Ángel. Veinte años de escuela religiosa, su grado numerario del Opus Dei, el crucifijo que le cuelga del cuello y la última bendición maternal, pierden —en ese instante— todo significado. Adán, reclinado en la roca verdiazul y con el dedo rozando el dedo de Yahvé que se aleja, ostenta en primer plano, el primer ombligo.

Se requiere de la fuerza de cuatro guardias suizos para arrastrar afuera al miserable aquel, quien entre desquiciados alaridos y carcajadas, trata de explicar que la composición entera debe entenderse al revés: es el dedo de Dios que se dirige hacia el ombligo de su creatura y Buonarrotti ha captado el momento exacto en que van a comenzar las cosquillas.


6. El Tercer Ojo

Es cierto que gracias a las técnicas quirúrgicas modernas, el procedimiento sería viable. Sin embargo, no era menos importante el cambio de punto de vista. Durante siglos, los monjes en el Potala se habían concentrado en la glándula pineal y en un punto situado a la mitad de la frente.
Ahora, esta reencarnación del Dalai Lama sería el Sagrado Depositario del Mítico Tercer Ojo. ¡Cuántos misterios por fin resueltos!, ¡¡cuántas verdades emanando del Tíbet para el mundo!! El Imperio de la Paz se aproximaba inminente.

El Cirujuano en Jefe esperó a que hiciera efecto la anestesia y, con suma destreza, aplicó el bisturí láser al Venerable Ombligo.


7. Retiro

Regresé a mi hogar tan deprimido, que el único lugar que satisfizo la necesidad de aislarme del mundo fue el ombligo de mi esposa. Cuando salí más tarde esa misma noche, ella dormía, asombrado comprendí que no se había percatado de que ingresé al orificio. Esperé a la mañana y le expliqué que llegué tarde y no quise interrumpir su sueño. Desde aquella ocasión, cuando me abruman demasiado los problemas, busco el santuario que, inadvertidamente, ofrece mi amada. Sobra decir, que nunca se ha enterado de nada.

Las entradas y salidas se han vuelto cada vez más frecuentes hasta que, prácticamente, todo el tiempo que ella duerme o está distraída, lo paso en el acogedor ombligo.

Recuerdo aquella ocasión en que, luego de dos horas de estar refugiado, sentí que mi cónyuge se contorsionaba espasmódica y brutalmente. Por los estentóreos gemidos que escuché, supe que mi mujer y un desconocido copulaban frenéticamente. Al principio me enfurecí indignado, pero luego reflexioné sobre las desventajas que tendría si se descubriera el escondite; últimamente sólo así he podido lidiar con la angustia cotidiana.

Desde entonces, siempre que estoy presente en ese acto de amor ajeno, me masturbo... En más de una ocasión, los tres hemos conseguido el orgasmo simultáneo, aunque no siempre hemos sido los mismos tres.


8. Strappado

En presencia del inquisidor y del señor obispo, los alguaciles le engancharon cuatro argollas de hierro a los bordes del ombligo y con ellos la suspendieron de una garrucha. Lentamente, la elevaron cinco pies de altura. La desgraciada mujer no resistió mucho tiempo y les gritó desesperada que confesaría todo lo que quisieran.

El escribano asentó solemnemente en el Libro de Actuaciones: "la indiciada confiesa haber aceptado, por consejo de Satanás, la peor de las aberraciones carnales, la 'contra naturae' penetración umblical..."

De pronto, la víctima, a la que habían dejado colgada y escurriendo sangre, fue presa de terribles convulsiones de placer, un minuto después entregaba el espíritu, incapaz de sobrevivir al más glorioso de los orgasmos.


9. El Efecto Mariposa

Una mariposa se detiene imperceptible sobre el ombligo de la hermosa adolescente que se asolea desnuda en una playa privada de Puerto Vallarta. Cuando empieza a aletear de nuevo, la muchacha lo interpreta como un pequeño escozor en el pecho. Unas horas después, en el Mar del Norte, se desata la tormenta más intensa que las costas de Holanda hayan sufrido en los dos últimos siglos. Esta madrugada, tiempo de México, Camilo Carbajal Nuñez padece una potente e insaciable erección, como no la ha tenido en treinta años; pasa la noche en vigilia, repasando con una meticulosa imaginación, las sensuales tetas de aquella ninfa exuberante, a la que estuvo sirviendo tragos toda la tarde.


10. El ombligo del Mar

Los turistas se arremolinaban —válgaseme el símil— para presenciar el fenómeno. Poca atención prestaban al profesor Schauberger y a sus turbulencias y solenoides, prefiriendo la majestuosa e inexplicable vorticidad del Maelstrom. Más que por una docta conferencia, hubieran pagado lo que fuera por testificar aquellos legendarios arrebatamientos de naves y cetáceos.

De pronto, alguien notó que algo salía de ese furioso caribdis, algunos pájaros y peces que estallaban casi en cuanto dejaban el sumidero. Un rebaño de cachalotes les siguió, salpicando de sangre a los curiosos y matando a muchos con los restos. Un torbellino de delfines y tiburones se desintegró al llegar a la tropopausa, arrastrando consigo un submarino de la marina noruega, varios kilómetros de cable trasatlántico y un meteorito que llevaba ahí doscientos cuarenta y cinco millones de años. Fue inútil que la muchedumbre saliera corriendo, casi todos fueron despanchurrados por grandes trozos de rinoceronte, hipopótamo y tapir. Aquel gigantesco mamut lanudo aplastó al expositor mientras que los añicos de una multitud de bisontes destruían el puerto, provocando un tsunami que llegó a las costas de Gran Bretaña de donde, por cierto, venían casi todos los vacacionistas.



Historia del ombligo

Cuando Yahvé vio que Adán y Eva carecían de ombligo, ordenó al arcángel Dalel que le prestara su berbiquí. Cuando las creaturas vieron lo que se les había hecho, huyeron del Paraíso. Después, cuando Dios intentó hacer lo mismo con los ángeles, muchos de ellos se precipitaron al abismo.

El Hombre de Neanderthal se extinguió por que los “Homo sapiens” consideraban un manjar exquisito el ombligo de sus congéneres.

Los cirujanos del antiguo Egipto extirpaban los tumores cefálicos de los Faraones a través del ombligo, utilizando un trépano ritual.

Los augures aqueos leían presagios entre las comisuras del ombligo de una virgen recién sacrificada. Tiempo después esta práctica evolucionó y ya no se daba muerte a las muchachas, más adelante tampoco se necesitó que fueran vírgenes.

A Jesús lo crucificaron con un solo clavo gigantesco en el ombligo, los soldados romanos jugaban a darle vueltas y apostaban a la ruleta durante el suplicio.

La decadencia del Imperio Romano, se debió a que las mujeres comenzaron a practicar el “piercing” de ombligo. La Decadencia duró lo que no han durado Civilizaciones enteras. Fue también la moda más prolongada que registra la historia.

Vlad Tepes empalaba a sus víctimas clavandolés un bordón afilado en el ombligo, luego los exponía en las plazas públicas y en los caminos rurales.

A Cuauhtémoc le quemaron el ombligo para que confesara dónde se encontraba el tesoro de Moctezuma.

Torricelli demostró que un ombligo colocado en posición horizontal, está más deprimido a nivel del mar que a una altitud de tres mil metros.

El doctor Gullotín inventó un aparato que cortaba limpiamente en dos al sentenciado a muerte, el punto de referencia para la cuchilla era el ombligo.

En las Islas Galápagos, Darwin observó que la forma del ombligo variaba de acuerdo a los hábitos alimenticios de cada especie de homínido.

En el viejo oeste los cazadores de indios presentaban el ombligo del muerto como prueba para cobrar la recompensa.

Los mineros supersticiosos, antes de comenzar a dinamitar, ataban a un coolie en el suelo y le ponían un cartucho en el ombligo; si el chivo expiatorio sobrevivía, se suspendían los trabajos y se cerraba la mina. Nunca se cerraba la mina…

Los prisioneros en la Isla del Diablo ocultaban sus pequeños tesoros en tubos metálicos que luego disimulaban dolorosamente en el ombligo.

Durante la Revolución Mexicana los Villistas aplicaban, luego del fusilamiento, el tiro de gracia, directamente al ombligo del ejecutado.

En la España de Franco se aplicaba el garrote vil con el condenado viendo hacia el poste y el tornillo aplicando la torsión directamente al ombligo.

En Vietnam, los gringos apagaban cigarrillos en el ombligo de sus prisioneros. Luego los arrojaban desde un helicóptero.

15 may 2002

Sucedió en Betania

—Lázaro. Levántate y anda... —no obtuvo respuesta.

El Mesías respiró con profusión y gritó como nunca se oyera antes gritar
— Levántate y anda —mas el cadáver seguía inmutable.
Jesús no desistió, a Él se unieron las voces de los cientos de miles ahí reunidos
—¡Levántate y anda!

Fue entonces que Lázaro dejó de luchar y, resignado, se unió al resto de los condenados. Todos juntos y sabiendo que no faltaba nadie, comenzaron a cruzar el umbral del infierno. El aroma a unguentos y perfumes del último de los resucitados se disipaba ya en medio de la pestilencia generalizada.

10 may 2002

El Big-Bang-God

Dios, en el tercer minuto de la creación, se dio cuenta de su error: ni siquiera Él es más rápido que la luz. Por un momento se desesperó, mas pronto estuvo a cargo de la situación. Comenzó a cercenarse partes de sí mismo y a ponerlas en cada pedazo de materia fugaz que escapaba. En adelante estaría casi en todas partes, aunque su mano izquierda ya nunca supo lo que estaba haciendo su mano derecha.

5 may 2002

Darwiniana

Estas Diosas y Dioses, en el principio de los tiempos, terminaron de crear el mundo. Luego participaron en una multitud de epopeyas, que incontables civilizaciones cantaron a lo largo de la Vía Láctea. En estos tiempos, se han aficionado al ciber-espacio.

Algunos comienzan a preocuparse porque nadie les dice que más hay que hacer, y porque no tienen la menor idea de cuanto más van a durar.

2 may 2002

Lacrimal

El primer destello solar se difumina a través de la vitralería multicolor en la gama de púrpuras y morados. El escándalo auroral apenas lo distrae —siglos de alaridos de espanto e imprecaciones contra Dios—: Años pletóricos de vigilias diurnas estudiando textos antiguos.

El noble castellano sube, encorvado, a pasos pequeños, la escalera. Junto al rellano del piso principal se detiene para caer exhausto en la poltrona, mientras se extinguen los sordos quejidos y lúgubres sollozos que saturaran el castillo. Ahora los demás fantasmas duermen y él continuará hacia la biblioteca. Descansará un minuto...

Clava los ojos sobre el incólume espejo que permanece ahí desde su niñez. Se concentra en un punto de fuga y ve ese reflejo que nada más existe porque lo imagina. Escurre una lágrima.

Revive la Investidura. Otra vez recibe la Plancheta del Grado Tercero. Oye la voz del decano: —Si conjugas entereza e intención, en procesos equiparables al propio aniquilamiento, trascenderás los límites ordinarios del vivir humano y realizarás tu riquísimo potencial interior. —Aspira el aroma de cirios
ancestrales.

El anochecer lo sorprende —como siempre— sumido en un desorden mental intrincado con mil libros crípticos sobre transmigración, retornos, metempsicosis y oscuras profecías.

No interrumpe aquel ensueño el denso trajinar de las cadenas entre las ruinas. Mas lo estremecen las estentóreas súplicas en el crepúsculo:

¡Muerte!, ¡¡muerte!!, ¡¡¡misericordia!!!

25 feb 2002

Cotidiana

—Él imagina que el metro frena de repente y la inercia me arroja a sus brazos. —Continúa mirándolo—. El cree que pienso que es fuerte, protector, cariñoso; y que fantaseo: "Nos casaremos en una hermosa capilla, iremos de luna de miel a la Riviera Maya y tendremos cuatro hermosos bebés." —Cierra los ojos—... ¡Mhhh!, me sostiene con firmeza y yo le sonrío...

—"Siempre le seré fiel. Cuando envejezcamos, daremos juntos la vuelta al mundo." —Evita sus ojos—. Imagina que la sostengo contra mi pecho... ¡Pfff!

El convoy arriba a la terminal. Ella se dirige a la puerta.

—Gracias —quisiera que le dijera. ¡¡Imbécil!!

—Por nada —sueña mi respuesta. ¡¡Estúpida!!