15 abr 2013

Apocalipsis



El holocausto nuclear ha dejado pocos sobrevivientes en la Ciudad de México, que todas las mañanas miran al cielo con esperanza. No hay uno que no esté flaco y quemado, pero viven, y se conforman con lo que puedan escarbar de las ruinas de los centros comerciales, se adaptan.


El grito de una niña atrae la atención de todos, en el oriente, a lo lejos, se distingue una mancha que viene volando. Al acercarse, se escucha un zumbido de aleteos que se hace cada vez más fuerte. Todos comienzan a abrazarse y a dar de brincos, ¡son los primeros libros que regresan al Valle de Anáhuac!