22 ene 2004

Precipicios

 ¡Inclínate ante mí! —gritaba Yahvé al impertérrito Lucifer— ¡¡Humíllate!!

Mas el ángel caído nunca le rendiría vasallaje. Al menos de éso podría vanagloriarse, a pesar de haber perdido.

El Creador, entonces, ordenó que precipitaran a su enemigo, hacia la sima infinita.

Satanás sonrió mientras desaparecía en el abismo... Fue demasiado: Dios, ciego de orgullo, se arrojó también.

Orgullo

—Nos amaremos y volverás a ser un hermoso príncipe —le dijo la doncella, abrazándolo con ternura.

—¿Q-qué..? —gruñó él.

—Que voy a romper el hechizo... —contestó Bella mientras dejaba caer sus ropas.

—¿Bestia yo! ¿¡Yo!? —le interrumpió furioso el energúmeno, y un tremendo zarpazo arrancó de cuajo la cabeza de la pobre muchacha.

19 ene 2004

Educación dinámica

Todos piensan en las palabras del maestro: «La letra con sangre entra...» Y reflexionan también sobre la lección que ellos mismos se han dado hoy, mientras escuchan ese silencio cómplice —tan espeso— que emana del cuerpo tasajeado del pobre hombre.

18 ene 2004

Las Dividivis

Cuando hubo terminado su acto, Mimo Arcángel recogió su bote y enfiló hacia la callejuela de Manzanares. En la fondita lo recibieron Yahvé y Lucifer, los otros aún no llegaban, venían de más lejos.

La situación económica cada vez se ponía más difícil y todos estaban aburridos, ésa fue la noche que decidieron meterse de putas.

17 ene 2004

Stromboli


 —Mira —le musita con ternura a su amada— son las golondrinas que vuelven de lugares perdidos.

—No —contesta ella —son mis besos, ávidos de tu boca, que surcan el cielo en pos de su nido.

El profesor Hühnerherz interrumpió, aterrorizado, la escena: —¡Son bombas de lava candente! ¡Es el fin!, ¡¡corran!!

16 ene 2004

Reflexiones especulares pent

 El vampiro se vanagloriaba frente al espejo. Era en verdad el ser más hermoso de la Creación, el orgullo de su raza...

—¡Ay de mí! —se lamentaba—. ¡Si me reflejaras tan sólo un poco, vidrio maldito!

14 ene 2004

Mar y tierra

Asomadas a la dársena, las sirenas ven a las rameras abrirse para los estibadores y fingir gemidos ante sus acometidas. Morbosas tuercen la boca y cierran asustadas los ojos, después esperan atentas a que las mujeres salgan contoneándose sobre sus zapatos de tacón. ¡Aquello es en un vomitadero!

12 ene 2004

Querer tanto

Camino de la puerta le susurró al cantinero —¿Sabes una cosa? Apenas voy a matarla y ya la estoy extrañando.

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La anciana le sonríe con la mirada perdida. El hombre, ahogado en lágrimas, le suplica —¡Mamacita, perdóname!

7 ene 2004

Ocho variaciones sobre un mismo espejo

Desde el otro lado la mira un caballero de frac, capa y colmillos. Alicia, asustada, comprueba que sigue sola en la habitación. Retrocede unos pasos, cierra los ojos, se cubre la cara y brinca.

Al despertar Gregorio Samsa sus ojos compuestos quedan atónitos frente al fantástico caleidoscopio que adornaba su tocador.

En el tomo XLIX de la Anglo-American Cyclopedia había un espejo. Borges quiso reflejarse, mas constató que las imágenes de los ciegos no son devueltas por estos instrumentos. Le pidió a Bioy Casares que se asomara: A él sí pudo verlo.

Aquella tarde Emma se miró —como de costumbre— en la luna de su boudoir. Como de costumbre llegaría con retraso a otra cita —en este caso la última.

Dorian Gray observa cómo el espejo acumula el paso de los años —años ante los que el dandy permanece intacto. El decrépíto anciano dedica unos minutos a limpiar la plateada superficie. Media hora después, el espejo aún oye la tos sanguinolenta que se aleja por el empedrado.

El estanque se contempla en los ojos color cielo de Narciso. Enamorado de sí mismo suplica al mancebo que nunca lo deje. En el momento que éste intenta regresar con Eco, el espejo de agua lo convierte en flor.

Don Juan Tenorio se apresura con la vituallas. Sabe que hoy a medianoche, en el espejo, tiene convidado al Comendador de Ulloa.

Edgar Allan Poe cubrió con el enorme espejo la recién tapiada tumba de su secreto enemigo, a quien engatusara con el cuento del barril de amontillado. El vino, por otra parte, resultó excelente.

Drácula no se vio con el rabillo del ojo en el espejo de la cripta, con el alma en vilo se acercó y suspiró aliviado, ahí estaba su propia imagen, como siempre.

6 ene 2004

Reflexiones especulares qat

Tres horas de estarse espiando y buscándose en el espejo disiparon todas sus dudas.  Son sólo leyendas, las imágenes de los vampiros... ¡no existen!

5 ene 2004

Cinegética

Es una selva umbría, o no lo es. Se parece más a la floresta aquella de los cuentos infantiles —tal vez de otros cuentos—, un sotobosque exhuberante y árboles frondosos de sol.

Suena un tiro, o no suena. Dicho suceso asemeja más la intención de un tiro, una prefiguración atávica en dirección opuesta a la flecha del tiempo. Es el vuelo sutil del dardo de una ballesta.

La liebre cae herida, o al menos eso cree la bestia cuando es tocada por el proyectil. Y lo sigue creyendo hasta que llega la rauda jauría que no encuentra sino el rastro de una presa que logró escapar, dejando atrás un cazador fortuito que a cincuenta pasos trata de reparar el arma que, tras la triscazón, le negó el disparo.

1 ene 2004

Reflexiones especulares ter

Del susto, pega tremendo brinco.  Aún no se acostumbra a estos novedosos espejos electrónicos que, gracias a un sofisticado programa, logran una muy fiel aproximación de la hasta hace poco irreproducible imagen de los vampiros.

—¡Tantos adelantos modernos!  De alguna manera, la sangre artificial sí que fue un avance necesario.  Pero esto de reflejarse... ¡no es más que un grosero atentado contra la tradición!