Charles Lutwidge Dodgson se disfrazó de conejo y pasó corriendo frente a las niñas junto al arroyo, se detuvo, hizo un guiño a su reloj, tartamudeó que iba muy retrasado y se apuró en dirección al agujero.
—¡Pinche cleriguillo! —exclamó Alicia—, ¡qué no se cansa!, ¿o de veras cree que me voy a tragar el cuento?
14 jul 2012
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