4 may 2012

El coleccionista

Su famosa colección de caracolas estaba incompleta. Hoy se retira, la ha encontrado y ha pagado por ella lo que por todas las demás juntas. En aquella escucha el canto de las sirenas que hizo añicos la nave de Ulises, en otra escucha el mar asustado durante la explosión de Krakatoa; aquí están las batallas de Salamina, la de Trafalgar y el incidente del Golfo de Tonkin; allá el silbar del torpedo que hundió el Faja de Oro, acullá los barritos de angustia de las hordas de dinosaurios que arrastra un tsunami cretácico...

Pero en ésta, ésta por la que trabajo su vida entera, por la que fue a todas partes y se alejó del mundo, en ésta sólo se escucha el silencio.

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