En aquel tiempo vinieron a él dos prostitutas. Cada una alegaba que no había engendrado tal criatura, que el niño no era de ella.
Pidió Salomón que trajeran su espada, y a cada mujer dio una pequeña pierna, un bracito y una cabeza.
Microrelatos, minificciones, hiperbreves, textículos, ficciones súbitas —o repentinas—, minis ú como quieran vuestras mercedes nombrarles.
1 comentario:
Je, je, recuerdo bien esta de la Marina. Qué bien se te da el humor negro.
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