2 mar 2005

Transporte colectivo

It's a slow burg—I spent a couple of weeks there one day ~Carl Sandburg

Hasta ese día, el gigante había sido dócil. Los que viajaban a Botecillo llegaban sin contratiempo a las siete con cuarenta y cinco, y quienes a Estofados, arribaban nunca después de las nueve con veinte.

Sin embargo, las autoridades del trollebús —es decir, el sistema que utilizaba como vehículo los zapatos del troll— insistieron en una derivación que implicaba un par de brincos.

El monstruo se salió de madre, y lo último que vieron los pasajeros del pie derecho fueron los rostros aterrorizados de los del izquierdo tratando sin éxito de alcanzar la valenciana, instantes antes de estrellarse contra los miserables oficinistas que trabajaban en el distrito financiero de Botecillos.

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