3 jun 2014

Deliciosa lectura

¡Había tanto que leer!, quiso preguntarle algo a la bibliotecaria pero la vio muy ocupada mascando y le dio pena. Por fin se decidió por una novela de Dostoyevski, un ensayo de Octavio Paz y una antología de cuento breve.

Saliendo, hurgó en la bolsita de plástico, pensó en dejar el novelista ruso para el fin de semana, el ensayo para la noche y se colocó el chicle verde en la boca. Siempre le ha gustado leer en el metro.

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