2 jun 2014
Think Pad
Aún no se acostumbra a las nuevas tecnologías de lectura, pero cierra
los ojos, reclina la cabeza y... suspira. El cuento comienza a llegar, y
poco antes de la conclusión se sorprende temblando de placer. Lo malo
es que, en el momento del orgasmo, no se dio cuenta de qué había sido de
los protagonistas ni en qué había acabado la cosa.
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